La franquicia que todos conocemos popularmente tiene un nombre concreto que es “franquicia de negocio”. Estas u otras fórmulas relacionadas con la explotación de licencias de un propietario bajo unas condiciones contractuales, son objeto de gestión y ayuda por parte de una asesoria de franquicia.
El modelo clásico de este oficio basa su formato en el éxito previo. La idea por tanto obedece a un histórico de beneficios, reconocimiento y aprovechamiento del negocio previamente experimentado. Por lo que el propietario decide expandir y hacer partícipes de su experiencia demostrada de éxito a otros participantes (franquiciados) y seguir así aumentando sus ganancias y prestigio.
Puede nacer como necesidad de expansión o como método de ampliación de capitales para el dueño. Para el franquiciado supone una apuesta por el emprendimiento empresarial, un método de autoempleo o también una fórmula inversora si esto proviene del mundo de los negocios. En esta relación entre ambas partes, los productos y/o servicios que comercializa el franquiciador se ponen a disposición de los nuevos dueños a través de los contratos franquicias, y es el que da derecho a reproducir su concepto de negocio en exclusiva en una zona determinada durante un periodo de tiempo concreto.
La asesoría, por tanto lo tanto, nace al mismo tiempo que la figura en el llamado “merfrancado” y gestiona y administra a ambas partes del sistema, así como la relación que se crea entre ambas partes. Es este gabinete asesor quien formula y otorga las licencias para que el formato se reproduzca por parte de los franquiciados que se le unan, y del que formarán parte las marcas y procedimientos del franquiciador.
El ejemplo más claro y famoso del método que acabamos de explicar, lo tenemos en las grandes cadenas de comida rápida estadounidenses. Estas ya se expandieron por todo el mundo y hoy en día se presentan como una alternativa definida para la creación de negocio y de empleo en España y otros países.
Empresas de todos los sectores y ámbitos comerciales se plantean reproducir sus modelos de éxito y contribuir al crecimiento del entramado empresarial en el comercio y los servicios. Y aunque el auge definitivo se experimentó en la década de los 90 en nuestro país, parece ser que las estadísticas sobre la facturación de dichas empresas, es elocuente y sigue creciendo.
Sin embargo, si es la primera vez que se empieza un oficio de este tipo, al principio puede resultar muy complicado, por lo que el ayuda de una asesoria de franquicia puede ser de grande ayuda, por las dos partes involucradas.