Ron de garrafón: cómo evitar que nos engañen

El ron está de moda en todos los bares y eso hace que se haya convertido también en una bebida de las más falsificadas.

¿Qué es el garrafón?

El término garrafón se refiere a un tipo de bebida alcohólica de baja calidad que venden como si fuera de una calidad superior.

Este tipo de producto se encuentra frecuentemente en bares, clubes y restaurantes, donde se sirve con el fin de aumentar los márgenes de beneficio a costa de la experiencia del consumidor.

El ron de garrafón, en particular, es una versión adulterada o diluida del ron auténtico y puede contener aditivos y aromatizantes artificiales para imitar el sabor del ron original.

La práctica de servir ron de garrafón es ilegal y engañosa, ya que los establecimientos que la llevan a cabo, rellenan botellas de ron de marca con una bebida inferior.

El peligro no solamente reside en el engaño al consumidor, sino también en los riesgos para la salud que pueden derivar del consumo de alcohol de procedencia desconocida.

Los rones de garrafón pueden contener metanol y otras sustancias nocivas que no están presentes en los rones legítimos y de calidad.

Para evitar ser engañados por ron de garrafón, es crucial saber identificar algunas señales de alerta.

Una pista importante es el precio sospechosamente bajo de las bebidas en comparación con otros establecimientos. Además, si el sabor o la textura del ron parecen inusuales o si la resaca al día siguiente es particularmente severa, podrían ser indicios de que no se trata de un ron auténtico.

Es responsabilidad de los consumidores estar informados y ser proactivos para evitar ser víctimas de este engaño. Por otro lado, las autoridades deben realizar inspecciones y aplicar sanciones para disuadir estas prácticas y proteger la salud pública.

Revisa bien las botellas de las que sirven

Se han registrado casos de locales legales que, para aumentar sus márgenes de ganancia, recurren a la venta de bebidas ilegales.

No siempre es sencillo identificar estas botellas ya que cada vez se imita mejor a las originales, pero es bueno fijarse en detalles como los códigos de barras o los sellos de la tapa.

Si carece de código de barras, sellos o logos, la botella no será original.

Dado que otro de los trucos más habituales de estos locales es el rellenado de botellas que sí son originales para evitar su identificación, nos tenemos que fijar bien en el estado de la botella,  la mejor forma de darnos cuenta de si algo no va bien.

Esto ocurre especialmente con las etiquetas, que pueden mojarse con alcohol que se derrama y desgastarse con el roce de las manos. Si las botellas no tienen buen aspecto, tenemos que desconfiar.

Evita los puestos ambulantes o que no ofrecen las debidas garantías

En muchos lugares turísticos es normal que veamos en las calles puestos de venta de alcohol.

Algunos cumplen estrictamente con la legislación, pero si observamos precios sospechosamente bajos, es mejor no adquirir nada.

Todavía más peligrosas son las bebidas que los vendedores ambulantes ofrecen en las playas.

Estamos hablando de vasos con diferentes mezclas que no tienen control sanitario y que muchas veces se sirven sin las más mínimas reglas de la higiene.

Dado que las ventas no son legales, cuando llega la policía estos vendedores ocultan su mercancía como pueden y no es frecuente ver los vasos, sobre cajas de cartón, metidos en un contenedor de basuras de donde son retirados nuevamente.

Contenido actualizado en marzo de 2024