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25 marzo, 2020Uno de los problemas más comunes dentro del mundo del control de plaga se debe a la presencia de pulgas y garrapatas dentro del entorno familiar. La principal causa de esto, es la presencia de alguna mascota, principalmente perros y gatos, aunque todos los animales (incluso el hombre), son propensos a trasportar es tipo de parásito.
Sabemos que es alarmante detectar la presencia de garrapatas en nuestro hogar, porque estas son capaces de transmitir varias enfermedades peligrosas para cualquier ser vivo, como la erliquiosis, una enfermedad que termina por volver inapetente e inactivo al portador, hasta que llegue su deceso definitivo y es transferible a las personas. Pero no te asuste, realmente esta enfermedad puede ser controlada al igual que la invasión de esta plaga, solo tomando conciencia, fumigando y manteniendo un tratamiento preventivo.
Si ya has detectado la presencia de alguna garrapata fuera del cuerpo de tu perro o gato, debes dar por sentado que a tu alrededor existen cientos de estos animales que no ves a simple vista. Sin embargo, no es necesario entrar en pánico, solo debes contactar a dos personas en específico, al médico veterinario de tu mascota. Éste te indicará cual es el producto garrapaticida ideal para tu mascota, en que dosis se debe colocar o simplemente apartará contigo la cita para que lo lleves a realizar un baño garrapaticida. Además tendrás que recurrir a alguna empresa especialista en control de plagas que disponga de todo lo necesario para realizar una desinsectación a fondo de cada área del hogar, poniendo especial atención en los lugares donde tiende a pasar mayor tiempo el animal doméstico.
Una vez erradicado el parásito de tu perro o gato y fumigada la casa, deberás repetir el proceso a los 3 meses, que es el período de incubación de los huevos. Luego solo bastará con realizar pequeñas fumigaciones una o dos veces al año, solo para prevenir la presencia de inquilinos indeseables en el entorno.
¿Se debe usar el mismo tipo de garrapaticida durante mucho tiempo?
Un detalle importante, que muchas empresas de este medio tiende a ignorar, es que al igual que nuestro cuerpo empieza a generar resistencia a un determinado tipo de remedio o droga, debido a su uso prolongado. Las garrapatas y pulgas, también crean resistencia a los venenos, llegando en algunos casos a hacerse inmunes de un todo. Llegado a este punto el problema se transforma en una pesadilla, porque una garrapata resistente, termina siendo mucho más difícil de eliminar que una que jamás se ha visto expuesta a sustancias químicas.
Para evitar que este fenómeno ocurra en su casa, cambie con frecuencia el producto con el que baña a su perro, no fumigue constantemente con una determinada marca de garrapaticida y haga uso de tratamientos naturales preventivos, como puede ser:
Colocarle 3 gotas de vinagre al agua de su mascota, lo que permitirá cambiarle el pH de la sangre a animal, algo que disgusta enormemente a estos tipos de parásitos. Cubrirlos de talco, las pulgas y las garrapatas respiran a través de la piel si las cubre con algún polvo las ahogara.